En esta evaluación, el primer examen irá sobre contenidos de los Temas 4 y 7 del libro de texto, pues como vimos en clase, aunque pertenezcan a dos Bloques distintos, están muy relacionados: cuando nos planteamos qué es la realidad es inevitable deliberar dónde nos situamos nosotros en dicha teoría de la realidad, pasando así de la Metafísica a la Antropología.
Estos son los textos propuestos para practicar de cara al examen...
TEXTO 1
La ontología es la disciplina filosófica más importante. El resto de disciplinas (antropología, teoría del conocimiento...) dependen de un modo u otro de ella. Etimológicamente, la ontología se puede definir como el logos o conocimiento del ente. Y de forma técnica se la suele definir como la ciencia del ente en tanto que ente. Ente es todo aquello que tiene ser; del mismo modo que llamamos estudiante a todo persona que estudia, o amante al que ama, ente es el término que podemos utilizar para referirnos a las cosas en la medida en que éstas poseen ser. Desde este punto de vista las piedras, los animales, las personas, Dios mismo, son entes puesto que poseen algún tipo de ser, aunque cada uno a su manera. Los objetos matemáticos e incluso los meramente imaginados también tienen un ser (estos últimos un ser ficticio o irreal). Todas las ciencias o saberes se refieren o estudian los entes, unas los entes físicos, como las ciencias físicas, otra los entes matemáticos, como la matemática, otra los seres vivos, como la biología; pero se fijan en un aspecto particular de cada objeto que estudian (…) La ontología también estudia las piedras, los animales, los números, los hombres, pero fijándose en su ser, y trata de establecer la dimensión o característica esencial que les define de ese modo y no de otro (…)
En este sentido, la ontología es la ciencia más universal de todas puesto que se refiere a la totalidad de las cosas y no hay nada que no caiga bajo su consideración. Se han dado distintas respuestas a las preguntas básicas de la ontología (en qué consiste ser y cuáles son los seres fundamentales); así, por ejemplo, para Platón el ser consiste en ser eterno, inmaterial, inmutable y racional, y los seres son de forma plena las Ideas(…)
J. Echegoyen Olleta, Historia de la Filosofía. Volumen I.
TEXTO 2
El término “idealismo” fue utilizado por vez primera en el siglo XVII para caracterizar la filosofía platónica en cuanto ésta había establecido que la realidad consiste en Ideas, una tesis que trajo consigo el espiritualismo, o doctrina que sostiene la existencia de entidades simples, inmateriales y trascendentes como el alma, los ángeles y Dios.
Según el idealismo, lo que verdaderamente existe puede ser comprendido por el entendimiento, pero no percibido por los sentidos, pues es inmaterial. De esta manera se reduce la realidad a pensamiento, pero no a una clase de pensamiento que no fuera más que una representación subjetiva, sino a existencias reales, incorpóreas e invisibles, pero no ininteligibles.
El término “materialismo” apareció también en el siglo XVII. Con él se dio nombre a las doctrinas filosóficas que solamente reconocen la existencia de sustancias materiales y niegan, en consecuencia, la de las espirituales e ideales (…)
Pero el idealismo y el materialismo no son dos sistemas filosóficos que hayan evolucionado en paralelo, sin tocarse el uno al otro. Más bien se han entrecruzado a lo largo de la historia de ambos(…)
E.F.Rueda, Materialismo e Idealismo. (Blog)
TEXTO 3
Las palabras acuñadas por las lenguas indoeuropeas para designar el alma implican desde el principio la metáfora del aliento o la respiración. El ánima del animal se concebía como aquello que diferenciaba a un animal vivo de un cadáver (…) En griego el alma se llama psykhé, que originalmente significa soplo o aliento, y que procede del verbo psýkho (soplar, exhalar, respirar). En latín el alma se llama ánima, que inicialmente significaba aire, soplo, viento, aliento o respiración, y que procede del verbo animare (soplar, dar aire) (...)
Platón escribía que nuestra alma es un espíritu que cayó del cielo, donde vivía antes de nacer, precipitándose sobre el cuerpo que ahora le aprisiona (…) También fue famosa e influyente su división tripartita (en razón, emoción y apetito) del psiquismo humano (…)
René Descartes (1596-1650) fue un gran matemático, un imaginativo físico y un mediocre biólogo. Consideraba que el cuerpo y el alma son cosas completamente distintas e independientes. El alma es puro pensamiento(res cogitans), mientras el cuerpo es pura extensión(res extensa).
Jesús Mosterín, La naturaleza humana.
TEXTO 4
Es obvio que nuestro sistema nervioso no se limita a coordinar la estimulación sensorial que procede de fuera y de dentro del organismo con una conducta consecuente más o menos automática. Esa coordinación la eleva nuestro sistema nervioso a un nivel de subjetivación consciente en el que no solo las cosas se reflejan como fenómenos psíquicos, esto es, virtualmente, en la conciencia de alguien, sino que ese alguien se conoce también a sí mismo como una realidad personal que es dueña de sus actos y posee sus propios fines.
Sin duda, el proceso de subjetivación comienza siendo material, comienza por consistir en unos circuitos bioeléctricos que tienen lugar en la corteza cerebral. Lo que ocurre es que luego, a partir de ellos –aunque no sepamos cómo-, emerge una experiencia mental subjetiva (…)
El cerebro humano, por tanto, es un órgano material del que emerge un proceso de subjetivación superior a todos los demás. Dicho de otra forma: Sin cerebro no hay conciencia, pero la conciencia no es el cerebro. (…) Por un camino, pues, muy distinto al de la metafísica de los griegos, se llega hoy a una concepción de la mente muy diferente de la que nos proponían los antiguos materialistas.
José Luis Pinillos, La mente humana.
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