martes, 29 de marzo de 2016

TEXTOS BLOQUE IV: EL SER HUMANO

Ante el éxito del reto anterior y vuestra demanda de una nueva propuesta de textos para el siguiente examen, ahí os van...

TEXTO 1
El fuego es en realidad una adquisición de alcance multidimensional. La pre-digestión externa de los alimentos pasados por el fuego aligera el trabajo del aparato digestivo; a diferencia del carnívoro, que se sume en un pesado sueño digestivo después de devorar a su presa, el homínido, dueño del fuego, tiene la posibilidad de hallarse activo y alerta acabado de comer. El fuego libera la vigilia y hace lo propio con el sueño, pues da seguridad tanto a la expedición nocturna de cazadores como a las mujeres y a los niños que quedaron en el refugio sedentario; el fuego crea el hogar, lugar de protección y de refugio; el fuego permite al hombre dormir profundamente, a diferencia de los demás animales, que deben descansar siempre en un estado de alerta. Quizás el fuego incluso favoreciese el incremento y la libertad de los sueños...Por otro lado, la cocción favorece nuevas mutaciones humanizadoras que tienden a reducir la mandíbula a la dentición, así como liberar la caja craneal de parte de sus tareas mecánicas, con lo que se favorece el crecimiento del volumen del cerebro.
EDGAR MORÍN (1974), El paradigma perdido.

TEXTO 2
Una vez concluido el proceso de hominización, es decir, constituido ya el género Homo como entidad biológica madura, se inició inmediatamente una actividad que carecía de precedentes en la historia de la vida; a saber: la actividad cultural, la invención de una manera de existir que iba a separar definitivamente a la especie humana (...) Esta actividad específicamente humana, por cuya virtud nos hemos convertido en lo que somos hoy, comenzó siendo muy rudimentaria, apenas distinguible de la actividad adaptativa de los animales superiores. Las diferencias aparentemente pequeñas en un principio, resultaron, sin embargo, lo suficientemente importantes para producir con el tiempo dos modos de vida tan distintos como el del hombre y el del resto de los animales.
En un principio, la actividad instrumental del hombre fue muy elemental y funcionó al servicio de fines biológicos muy elementales -alimentación, defensa, alojamiento-, pero se diferenció de la de los simios más cercanos en que éstos, capaces, por supuesto, de arrojar piedras, de utilizar un palo como bastón o de convertir una rama en instrumento para robar miel de una colmena, jamás llegaron a trascender los límites de esta actividad instrumental de primer orden (...)
El paso siguiente, probablemente unido al desarrollo del lenguaje, consistió en ampliar los fines biológicos, de pura supervivencia, con valores religiosos y artísticos totalmente desconocidos en el mundo animal: el ser humano comenzó a enterrar a sus muertos de acuerdo con normas inventadas por él mismo, empezó a construir adornos para su cuerpo y a decorar sus cuevas con pinturas y símbolos. La humanización había comenzado.

JOSÉ LUIS PINILLOS, La mente humana.

TEXTO 3
La aparición del hombre nada menos que culmina y cierra la evolución de los animales. El hombre es un animal más, pero podemos afirmar que ya no constituye una especie animal. En efecto:
1. Por una parte, a diferencia de las especies animales, que se caracterizan precisamente por el hecho de que cada una evoluciona por la selección de sus individuos ejercida por un determinado conjunto de otras, el hombre deja de evolucionar en términos de otros animales y pasa a hacerlo en términos de la sociedad humana.
2.Y, en segundo lugar, el hombre mismo, lejos de tender a diferenciarse en especies, -por la ley de la evolución cultural- tiende a una progresiva integración: a que cada hombre viva en función de grupos sociales cada vez más amplios, que en aspectos cada vez más numerosos, alcanzan ya a la humanidad entera.
Por otra parte, el hombre, desde su surgimiento, interfiere con amplitud e intensidad creciente sobre la evolución natural de los animales, a la que desorganiza cada vez más, de modo que el paulatino aumento de número de especies propio de la evolución de los animales va siendo sustituido por una acelerada desaparición de especies. En resumen, el cambio esencialísimo que ha supuesto la aparición del hombre puede enunciarse diciendo que ha cerrado la evolución animal (que ha pasado a producirse bajo su conducción o, al menos, sufriendo su influencia) y ha iniciado una evolución primitiva suya: la de los individuos humanos en función de la sociedad y viceversa.

FAUSTINO CORDÓN, La naturaleza del hombre a la luz de su origen biológico.

TEXTO 4
A partir, pues, de determinado momento de la evolución biológica, lo que entra en juego para continuar el progreso de la especie es un factor nuevo: la cultura, la acumulación y transmisión de conocimiento. Terminado el proceso biológico de hominización, en el Paleolítico, con la aparición de los hombres de Cromagnon, estabilizado ya el proceso de cerebración de la especie, ocurre una cosa inédita (...) Ocurre que un primate utiliza su cerebro y sus manos para construir instrumentos que potencien y prolonguen su capacidad de acción. Entre la Naturaleza y el nuevo homínido se va a interponer así una realidad nueva, una especie de intermundo técnico, todavía muy rudimentario, que es la puerta que abre el camino para las prodigiosas proezas científicas que vendrán más tarde. El término, pues, del proceso de cerebración es la instalación de los homínidos en el mundo de la cultura, el salto a un mundo nuevo en el que nada está hecho y cuya esencia consiste, nada más y nada menos, que en la necesidad de inventarlo todo.
J.L. PINILLOS, La mente humana.

TEXTO 5
La evolución biológica depende de los cambios progresivos en la dotación hereditaria que los genes de las células sexuales van transmitiendo de padres a hijos... El ser humano es el único que desarrolló un sistema adicional verdaderamente eficaz para transmitir la información. Expresando ideas con palabras y enseñándoles a los niños sus conocimientos y habilidades, los padres de cada generación modifican de algún modo las características de sus sucesores (...) En el medio humano en el que vivimos, las diferencias producidas por aquello que se enseña y se aprende ya son más importantes que las diferencias debidas a la herencia biológica (...) podemos decir que la especie humana inventó un nuevo método de evolución.
C.H. WADDINGTON, Biology for the modern world.

TEXTO 6
En primer lugar, está claro que la satisfacción de las necesidades orgánicas o básicas del home y de la raza representa una serie mínima de condiciones impuestas en cada cultura. Los problemas planteados por las necesidades nutritivas, reproductivas e higiénicas del home, deben ser resueltos, y lo son mediante la construcción de un nuevo ambiente artificial o secundario.
Este ambiente, que es nin más nin menos la cultura misma, debe ser reproducido, conservado y administrado permanentemente. Esto produce lo que puede denominarse, en el sentido más general de la expresión, un nuevo nivel de vida, dependiente del plano cultural de la comunidad, del medio físico y de la eficiencia del grupo. Un nivel cultural de vida significa también, que nuevas necesidades aparecen y nuevos imperativos o determinantes son impuestos a la conducta humana. Desde luego, la tradición cultural necesita ser transmitida de cada generación a la seguiente. El sustrato material de la cultura requiere ser renovado y mantenido en condiciones de uso (...)
Así pues, el hombre tiene, primero y ante todo, que satisfacer las necesidades de su organismo. Debe tomar las providencias y desarrollar actividades para alimentarse, calentarse, guarecerse, vestirse y protegerse del frío, del viento y de la intemperie. Está forzado a defenderse y organizarse para tal defensa contra los enemigos y peligros externos, ya sean físicos, ya animales o humanos. Todos estos problemas primarios son solucionados por los individuos con herramientas, mediante la organización en grupos cooperativos y también por el desarrollo del conocimiento y un sentido del valor y de la moral.

B. MALINOWSKI, Una teoría científica de la cultura.

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